“Enseñanza de la historia no debe ser memorística”

Juan Camilo Rodríguez Gómez, quien se posesionó el 9 de octubre como presidente de la prestigiosa corporación académica para el periodo 2012 – 2016, es economista del Externado, doctor en historia de la Universidad Nacional de Colombia, y profesor de las Facultades de Finanzas Gobierno y Relaciones Internacionales y Ciencias Sociales y Humanas del Externado.

Rodríguez, coordinador del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (CIPE) del Externado, proviene de una familia de historiadores y por esto sus lazos con la institución que presidirá son profundos. Su padre, Horacio Rodríguez Plata, y su tío abuelo, Eduardo Rodríguez Piñeres, fueron miembros y presidentes de la Academia.

Rodríguez Gómez cree que uno de sus mayores compromisos al frente de la entidad es “volver a darle vida, que se conozca; la gente sabe que existe, que es una entidad muy seria, pero no qué hace, qué está aportando. La presidencia se vuelve algo honorífico y precisamente eso es en lo que no se puede quedar”, dijo.

Agregó que hay que desarrollar una gran labor de comunicación para cambiar la percepción, sobre todo en los jóvenes, de que las cosas del pasado son aburridas y sin importancia, sin nexos con el presente. Se trata de ir más allá de los textos densos y exclusivos para historiadores que no llegan a la gente, pero sin caer en la historia puramente anecdótica, superficial y sin análisis que no ayuda, según sus palabras, a la formación de la nacionalidad y a la toma conciencia como nación.

“Ahí es indispensable hacer la tarea de divulgación de la historia sin que pierda rigor, que le llegue a la gente con interés y de una manera amena, sin que eso signifique que deje de ser seria, rigurosa, investigativa y analítica sobre todo”, afirmó.  

Volver a la memoria de la historia sin memorizar

A propósito de la supresión de la división de las ciencias sociales (historia y geografía) integradas en el área de sociales, el profesor Rodríguez aseveró que la Academia ha insistido ante el Congreso  y ante el Ministerio de Educación para que se vuelva a implantar la materia en los colegios, pero advirtió que “no debemos volver a una materia memorística, de fechas, a la narración de acontecimientos aislados, porque entonces volveríamos atrás, hay que darle el peso que se merece…  No es volver a la historia desligada de las demás ciencias sociales, repetitiva y memorística sino que la gente se interese y se motive, le encuentre sentido, le genere criterios para entender”.

Y puso como ejemplo la Facultad de Ciencias Sociales del Externado donde existen las disciplinas de historia, geografía, antropología, sicología, y sociología individuales, pero con ciclos comunes en los primeros años para no perder sus interrelaciones.

“Aquí les hablamos a los jóvenes del siglo XIX, de la Independencia, de  doscientos años atrás y para ellos eso es lejísimos; si no tienen ni idea de quien es Luis Carlos Galán, mucho menos Jorge Eliecer Gaitán; por esto los educadores deben tener sus propias estrategias pedagógicas, que los alumnos no se llenen de datos, de información, de fechas, sino que aprendan a investigar y a conocer las formas de hacer historia”, puntualizó el académico.

Recuperación de la Academia

Para el profesor Juan Camilo Rodríguez, otros frentes de batalla que debe afrontar tienen que ver con la recuperación de su sede, una vieja casona en el tradicional barrio de La Candelaria, y que alberga un rico tesoro cultural en su biblioteca y su archivo, además de obras de arte consideradas clásicas de la pintura colombiana.

“Hay que empezar a golpear puertas de entidades privadas para que, a través de recursos de cooperación y de responsabilidad social, le aporten a la Academia, además firmar convenios con entidades estatales para divulgar su patrimonio bibliográfico, por ejemplo”, afirmó.

Anunció que buscará restablecer contactos con universidades, con bibliotecas como la Nacional, con el Archivo General de la Nación y con las academias departamentales y las facultades de Historia del país con el fin de que el trabajo de la Academia sea conocido por el país y no solo un asunto de especialistas. “A la Academia deben ingresar los más destacados historiadores del país para dinamizarla”, señaló.

“Hay mucho que hacer, es una institución muy respetable, por ella han pasado personajes muy valiosos que no los podemos olvidar. Hay que volver a pensar en las efemérides del país, en sus acontecimientos claves, recordar y repensar la historia e indagar lo no investigado, llenar grandes vacíos históricos”, concluyó el nuevo presidente de la Academia Colombiana de Historia, quien además coordina el proyecto de historia de la Universidad Externado de Colombia y su archivo histórico.